Hacemos lo que podemos

Cada una podemos cosas diferentes, marcadas como estamos por nuestra biografía, nuestra ideología, nuestros más y nuestros menos.

Mi amiga Isa, trabajadora social de largo recorrido en el campo de la salud mental, a menudo acaba la conversación con una sonrisa y un “ hacemos lo que podemos”. No penséis que es una claudicación, es una declaración de principios.

Esta frase encuadra, suficientemente bien, el resultado de la combinatoria entre las realidades estructurales que encorsetan nuestra tarea, las características personales de cada una, la autoregulación del furor curandis y las interfases que van de la omnipotencia a la impotencia.

Cada una hacemos lo que podemos con nuestro rollo. Los ingredientes del mío son:

  • Una pizca de síndrome de la impostora.
  • Dos cucharadas de líos familiares que no acabo de aclarar.
  • Un vasito de dudas, certezas. Otro de miedo y valor.
  • Unas gotitas de culpas varias.
  • Una ramita de ilusión y una hoja de persistencia.

Con esto, voy tirando. Un ratito a pie y otro andando.

Transitamos la complejidad por un variado catálogo de usos y costumbres: familias multiproblemáticas, pacientes crónicos complejos, usuarios frecuentadores, infancias en riesgo y una larga retahila.

Si nos abstenemos de nomenclaturas, etiquetas y categorías, nos quedamos en el despacho con personas. Trabajamos con ellas. En equipo.

¿¡Equipo!?

El equipo no es un ente de generación expontánea. Está formado por profesionales desconocidas, sin vínculos previos. Con un encargo común. Una agrupación de técnicas. Sin más.

Pasar de un grupo de extraños, a ser equipo de trabajo requiere tiempo, dedicación, voluntad y un liderazgo claro.

Transitar del equipo de trabajo al trabajo en equipo es un cocinado de cocción lenta, en la que se equilibran las proporciones de lo que cada una pone en el caldero.

Hacen falta cocineras expertas que planifiquen menús saludables, que pongan afecto en las elaboraciones.

Estoy razonablemente segura de que para trabajar en equipo se necesita un liderazgo que ponga en valor los talentos de cada profesional, que genere un ambiente seguro, una matriz de cuidado, un espacio seguro en el que crecer y cohesionarse.

Y desde ahí, ir haciendo lo que se pueda con lo que tengamos.

2 respuestas a “Hacemos lo que podemos”

  1. Buenos días, Chus:

    Si además del liderazgo contamos con la “generosidad” de los y las profesionales que lo forman. El equipo se convierte en una herramienta infalible, donde muchas veces con los ingredientes que, cada una, tenemos hacemos unos platos exquisitos.
    En el caso de tu equipo, tu forma de narrar nos transmite el cariño y la calidez con los que atendéis y acompañáis a los protagonistas de vuestras historias.

    Un abrazo y buena mañana. Cheli

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  2. Buenas noches Cheli,
    te agradezco tu aportación. tal como dices, la generosidad es un ingrediente necesario.
    Me alegra que os llegue el valor humano y el calor de mis compañeras de equipo.
    !Un abrazo!

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